La gastritis y la gastroenteritis infantil son ambas trastornos del sistema digestivo, con síntomas parecidos. Pero no son la misma enfermedad, no tienen las mismas causas y su tratamiento varía.

Frente a una diarrea infantil aguda o vómitos que duren más de 24 horas, la recomendación es acudir de inmediato al médico, pues el niño/a podría sufrir una deshidratación realmente peligrosa para su salud.

¿Qué causa la gastroenteritis infantil y cómo se transmite?

La gastroenteritis infantil produce la inflamación de la capa mucosa que recubre todo el tubo digestivo y protege boca, garganta, esófago, intestino delgado, intestino grueso, recto y ano.

La causa de la gastroenteritis infantil es, generalmente, la presencia de virus, parásitos o bacterias en el tubo digestivo de los niños . Pero también puede deberse a intoxicaciones por agua o alimentos contaminados, o por el uso de fármacos como: antiácidos, antibióticos, laxantes o tratamientos de quimioterapia, radioterapia, colchicina o digoxina.

Gastroenteritis infantil vírica

Los virus son la causa más frecuente de gastroenteritis infantil. Los más comunes son:

Norovirus: altamente contagioso y, por lo general, perjudica a niños entre seis y dieciocho meses. Los síntomas empiezan uno o dos días después del contagio, perdurando hasta tres días.
Rotavirus: virus contagioso y muy peligroso, que se transmite vía fecal-oral y provoca la mayor parte de las diarreas deshidratantes graves en niños de entre tres y quince meses. Los síntomas comienzan dos días después del contagio y pueden durar entre tres y ocho días. Actualmente, existe una vacuna contra el rotavirus para uso infantil.
Adenovirus: es contagioso y muy frecuente en niños de entre seis meses y dos años. Provoca infecciones respiratorias, por contagio persona a persona o al tocar un objeto contaminado, e infecciones del tracto intestinal, por contacto fecal-oral. Los síntomas suelen presentarse uno o dos días después de la infección y durar una o dos semanas aunque, si se trata de una infección respiratoria, pueden aparecer hasta catorce días después.
Astrovirus: es contagioso y frecuente en niños menores de cuatro años. Se contrae por vía fecal-oral pero también al ingerir alimentos o agua contaminada. Sus síntomas aparecen entre tres y cuatro días después del contagio y pueden durar entre uno y cuatro días.
Los síntomas de una gastroenteritis infantil por virus se caracterizan por una diarrea infantil líquida, sin presencia de moco o sangre en las heces, que puede conducir a una deshidratación grave. Otros síntomas son vómitos y, en ocasiones, fiebre, dolores musculares y cólicos abdominales.

Gastroenteritis infantil bacteriana

Las bacterias que causan gastroenteritis en niños se transmiten al tocar reptiles, aves o anfibios, estar en contacto con perros o gatos con diarrea, o tras ingerir alimentos y aguas contaminadas.

Los síntomas propios de una gastroenteritis infantil bacteriana son diarrea infantil sanguinolenta y fiebre, aunque puede conllevar cólicos abdominales, anemia grave o lesión renal aguda. Aparecen entre uno y tres días después de la infección, tienen un inicio brusco y suelen remitir por sí mismos, sin tratamiento, en uno o dos días. En ocasiones, se alargan catorce días e incluso meses.

Gastroenteritis infantil parasitaria

Los parásitos intestinales se dividen en dos grandes grupos: protozoos y gusanos. Infectan a los más pequeños mediante aguas contaminadas, alimentos infectados, por transmisión oral-fecal o a través de la piel.

Los síntomas de una gastroenteritis infantil parasitaria varían según el parásito y la resistencia del sistema inmune del pequeño/a. Pero, habitualmente conllevan diarrea infantil prolongada no sanguinolenta o intermitente, pérdida de peso y cansancio. Otros síntomas pueden ser: vómitos, cólicos abdominales, dificultad para dormir o picazón anal; pueden tardar dos semanas en aparecer y prolongarse hasta seis semanas.

¿Cuándo es peligrosa la gastroenteritis infantil?

La situación más grave de una gastroenteritis infantil es la deshidratación por la pérdida de líquidos, y requiere atención médica inmediata. Fijémonos en si:

Llora sin echar lágrimas.
Tiene la boca seca.
El pipí es escaso.
Parece en estado de letargo.
Tiene los ojos hundidos.
La parte superior de la cabeza está blanda y hundida.

¿Cómo tratar la gastroenteritis en niños?

El uso de medicamentos para tratar una gastroenteritis en niños sólo se da en situaciones puntuales y siempre bajo supervisión médica.

Las recomendaciones de los profesionales sanitarios para combatir la gastroenteritis en niños, son:

Mantener al niño/a hidratado es lo principal, primando frecuencia sobre cantidad. Unos 100/170 ml de líquido por kilo de peso del menor, durante el transcurso del día.
Usar soluciones de rehidratación oral, de venta libre en farmacias, para ayudar al pequeño a mantenerse hidratado.
Los bebés lactantes deben seguir amamantando, o tomando biberón, incluso aumentando la frecuencia de sus tomas.
Todos los niños deben continuar con su alimentación habitual, exceptuando lácteos, grasas, azúcares, cafeína, refrescos o zumos.
Los probióticos infantiles ayudarán al pequeño/a a fortalecer su flora intestinal y harán posible una recuperación más rápida. Pregunta al farmacéutico por la opción de probióticos infantiles de venta en farmacias más adecuada para su caso particular.
No llevemos a los pequeños/as al cole ni a la guardería, hasta que los síntomas hayan desaparecido por completo.
Mantengamos hábitos de higiene saludables, lavándonos todos las manos antes de comer, después de ir al baño y al manipular alimentos. Y mantengamos desinfectadas las superficies susceptibles de albergar microorganismos infecciosos.